En mi recorrido por la Ciudad de Curion, llegué a estas arcadas, que es la entrada a las antiguas estancias de la casa de los gladiadores. Sabía usted que los mismos eran esclavos, y que si no morían en las luchas que efectuaban, podían ganar su libertad por el valor y el coraje que demostraran, y que había otros que elegían ser gladiadores por su propia voluntad, para ser admirados por los demás.
En esta otra imagen, sigo mi recorrido por encima de las ruinas de los baños públicos, se pueden observar algunas piletas donde se asentaban los mismos, así como las galerías por donde transitaba el agua y el lugar donde calentaban unas piedras especiales, que introducían en los baños, dándole al agua la temperatura deseada.
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