Por estos días es muy común escuchar en cualquier conversación con amigos en un café cuantos amigos o conocidos han desaparecido del escenario de nuestro país. Se han marchado en busca de un futuro mejor a otros paises.
Y es que para nosotros los músicos de Chipre cada día que pasa la situación es más crítica, ante la avalancha de extranjeros que trabajan por un mísero salario a los cuales explotan los lugares de recreación.
El desempleo es mayor, la desesperación está reflejada en todos los rostros y más aún ante las noticias del desaliento de nuestra economía y el ver como Grecia considerada la madre patria se debate en la agonía siendo exclavisada por las deudas y los bancos.
La alegría de pertenecer a la unión europea ha pasado y en su lugar surgen las preguntas y las dudas. Las compañías extranjeras proliferan teniendo gran peso aquellas que vienen de Russia. Sin ser alarmista, pienso que muy pronto nuestra pequeña Isla orgullo nuestro, se perderá su idiosincrasia entre tantos rostros diferentes que se entrelazan aquí.
No hay vida para la cultura en éste país que hunde a sus ciudadanos en las deudas y miserias de el mundo exportado de europa. La avalancha de dinero con que fueron bombardeados los ciudadanos hace tan solo pocos años atrás les hizo volverse dependientes de una economía que les destruye y los vuelve al mismo tiempo esclavos de sus deseos.
No me queda más que desearle mucha suerte aquellos amigos y conocidos que decidieron marcharse con la esperanza de un mundo mejor. Ojalá que donde quiera que estén encuentren aquello que no pudieron aquí.
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